Siempre he tenido el deseo de hacer de la obra una unidad… de hacer que todos los elementos – la línea de la periferia y la línea interna, la superficie y el color – sean iguales, totalmente unidos.
Robert Mangold explora desde principios de su carrera nuevos formatos, realizando series de pinturas que ahondan en la forma y en el color. Desde mediados de los 60 y durante la década de los 70, Mangold evoluciona utilizando tableros de masonita como soporte con los que realiza distintas formas y estructuras, que agrupó en series como Walls, Areas, W, V, X o Frame Paintings.
La serie X y + se refieren a operaciones matemáticas. Éstas están Realizadas con lienzos de forma rectangular o cuadrada, llevan inscritas a lápiz, respectivamente, las figuras lineales de X o +.
En la serie Frame Paintings Mangold da un paso más; se trata de estructuras compuestas de muchas partes – tres o cuatro lienzos – que se disponen formando un marco. Sobre ellos recorre la superficie una elipse irregular pintada a mano. Esta elipse toca las esquinas internas del cuadro, los bordes internos o externos de los rectángulos, acentuando de nuevo la superficie de la pintura. Uno de los elementos centrales de estas pinturas es el vínculo que establece con la pared, que queda enmarcada por el marco, pero también lo rodea.